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lo inesperado avanza

PENSAMIENTO Y TRANSFORMACION
EN LA ARGENTINA QUE VIENE

Encuentro de elaboración colectiva con Daniel Santoro

Desde el PFFM seguimos con el ciclo de entrevistas, relevamientos y charlas que queremos proponer desde Argentina para Argentina, para la región y para el mundo, sobre temas que consideramos importantes y estratégicos, de la agenda de este tiempo que nos toca.

En esta ocasión pudimos conversar sobre las próximas elecciones y el desafío que representa la figura de Javier Milei con Daniel Santoro, artista plástico que se destaca por darle una impronta peronista a sus cuadros.

SB: Compañeros/as gracias por volver a encontrarnos acá en El Polo Formativo del Fin del Mundo. Este concepto de “fin de mundo” tiene una doble acepción, por un lado, el lugar geográfico donde estamos y por otro, como un momento puntual o una inflexión de muchas cosas que hablan de la geopolítica y del sistema mundo en sus diferentes crisis. Sin embargo, también entendíamos que respondía a un estado de situación en general del peronismo, o del movimiento popular en la Argentina. ¿Por qué no decirlo?

Parte de lo que veníamos conversando antes de plantear este encuentro, era la necesidad de poder ensayar y de encontrar ámbitos donde las ideas, el debate y la construcción de pensamiento pudiesen tener una cierta gratuidad y apertura para poder tratar de poner en conversación aquello que no se estaba conversando en ningún otro lugar, o que nosotros por lo menos sentíamos de esa manera; y hoy nos encontramos con Daniel Santoro en este conversatorio llamado ‘Lo Inesperado Avanza’. No obstante, ¿qué tan inesperado era?, o ¿qué era aquello que consideramos inesperado?, o en realidad creo que lo que era inesperado era que la cultura política, la historia nacional y sobre todo el acervo que tiene el peronismo iba siempre a funcionar como un resto para evitar que un outsider o lo que se llama como esta nueva derecha pudiese emerger con cierta plausibilidad de ser gobierno en la Argentina.

NB: Además de agradecerle también a Daniel, quiero decirle a él y a todos los compañeros y compañeras que siempre pensamos en la búsqueda de ¿Qué tema es clave poner en el centro del debate? ¿Cómo salir del formato de consumir un panel? Tenemos que ir hacia una lógica de peinar a contrapelo los planteos, es decir, no ir con la sola corriente de lo que habitualmente se dice desde los saberes expertos, compartimentados, que valen por supuesto, pero que junto con el valor que tienen si hay algo que muestran es su insuficiencia. 

DS: Últimamente, digo más o menos lo que pienso y también un poco de forma performativa, como el personaje este. Un performer como es, experimentado incluso. Es una forma artística de expresarse y no tiene por qué tener ningún anclaje verdadero, o sea, simplemente es eso, un personaje de un circo; pero claro, tiene el valor de eso, de que tiene un plus de artisticidad, que hace que el discurso prenda de alguna manera y adquiera algo de verdadero a partir de eso. Todo lo que tiene, el pelo, todo esta hecho así. Entonces por ejemplo hace que yo este hablando de él y todos estén más o menos al servicio de su discurso, casi todos. Yo lo veo ahí en C5N, están todos hablando, están todos haciéndole la segunda a este personaje. De pronto capturó la imaginación de todos. Ayer escuchaba con María, mi pareja, cómo le imputaban cosas en contra, pero el discurso era totalmente positivo. Todo lo que se decía era positivo para él, siendo que se marcaban las diferencias, el desacuerdo total. Sin embargo, las introducciones eran “porque lo que dice Milei es muy profundo”. Decir “profundo” ya está, es homologarlo, es ponerlo en un lugar de análisis especial que no es cualquier discurso, es un discurso profundo. Después decís “profundo” porque quiere eliminar la justicia social, porque quiere vender a los chicos, o sea, es profundo porque quiere vender chicos, pero vos dijiste “es profundo” primero, le diste un marco, no dijiste “es una pelotudez”; y lo escuché varias veces. Entonces eso es parte de todo el mecanismo que hace que se auto-homologue, ¿no? De pronto todos estamos hablando, le estamos asignando virtudes sin quererlo. Recién decíamos esto se podría analizar como lo del segundo principio de la termodinámica, la entropía. La entropía siempre va en una dirección, como el tiempo. Entonces, ¿habrá llegado a un lugar, al máximo desorden entrópico?, ¿o no sigue? La entropía la estamos impulsando, o sea, hay un tachito con agua y hay fuego abajo. Nosotros estamos alimentando el fuego. ¿Sigue todavía ese vector o decae? Podemos pensar, en el 19 nosotros ganamos por más del 15%, 16% las PASO, ¿no? Diecisiete puntos y los perdimos. Perdimos diez puntos.

”  ser un performer Es una forma artistica de expresarse y no tiene por que tener ningun anclaje verdadero, simplemente es eso, un personaje de un circo; pero claro, tiene el valor de eso, de que tiene un plus de artisticidad, que hace que el discurso prenda de alguna manera y adquiera algo de verdadero a partir de eso. 

Ahí la entropía hizo un límite, ¿pasará eso con Milei?, o sea, ¿se agota eso? porque varias veces ya, parece que cuando está el vector de su vida nada lo daña, vende chicos, hace lo que sea y al tipo todo le suma: son daños colaterales con los cuales se tiene mucha comprensión. Todas las barbaridades que dijo y demás; vender los cargos, y bueno, como no es un hombre del sistema político el tipo vende cargos. Se le disculpa todo porque no es gravísimo. A otro, a un partido político cualquiera, a nosotros nos hubiera sido letal una cosa así, que se hayan enterado de que le vendieron un cargo a un gobernador o a un diputado, en cambio con él no pasa nada, es invulnerable a eso. Entonces todas esas cuestiones hacen que los análisis que se hacen, las formas en que se contrasta el discurso no tengan anclaje, no pasa nada, está impermeabilizado, no lo afecta y eso es extraño, o sea ¿cuánto tiempo dura eso?.

Es la otra cosa; ¿se puede iniciar un periodo de desgaste? En realidad el problema que tendríamos que analizar es ¿qué estamos haciendo nosotros?

Todas esas cuestiones de izquierda y derecha son palabras para nosotros, nos entendemos nosotros, mundo universitario, pero a nivel popular primero no asusta más nada, nunca asustó mucho pero especialmente ahora nada; o sea que acusarlo de ultraderechista, de derecha ultra derechizada, etc,  son significantes que perdieron eficacia simbólica, para decirlo de alguna forma. No tiene ninguna eficacia simbólica, o sea, ya es un cachivache, no es más un significante que sirva. Tener que ponerle “ultra derechizada”, ya le pones ahí un turbo para que diga algo y no dice nada igual. Esas son imputaciones que no sirven. Yo no iría por ahí porque no van a ningún lado. Es decir ideológicamente no se lo puede atacar, es una estupidez, eso es lo que pasa.

No hay un arma ideológica que hoy en día sea eficaz, no va por ahí, pero nosotros tenemos el problema del contraste con la realidad. Ellos lo han dicho siempre, cuando hace un año y pico atrás se reunían todos los formadores de precios y a uno de los capos de los supermercados del sur le preguntaron “¿Y ustedes que hacen?” respondió “Y… yo aumento los precios”. Él estaba haciendo su tarea, la tarea de ellos que se han impuesto es ésta, mantener la inflación bien alta y con eso listo, es la forma que tienen de doblegarnos a nosotros, o sea, tenemos ese contraste que es jodido; ahora hay también un plus que se puede implementar, propiciar el desgaste de ese discurso, imputarle al discurso algo que realmente pueda ser eficaz como atemorizante, que se vea un monstruo, pero el monstruo no se ve con estas disquisiciones desde el mundo ideológico.

El peronismo no es ni de izquierda ni derecha, entonces es un quilombo. Si incluso se dice que tiene atrás al peronismo, Milei. Se dice eso y ahí hay una zona de verdad también, no estamos totalmente afuera de ese discurso, desde el peronismo, en el sentido amplio, en la búsqueda de la felicidad, la felicidad del pueblo, la justicia social es un instrumento para que haya felicidad en el pueblo, desde ya. Ahora, él puede sacar la justicia social, anatematizarla y buscar la felicidad del pueblo también. Puede pasar eso. Poner a salvo nuestra doctrina y, por lo tanto, también nuestra ideología es una maniobra que es neutra a nivel político, no pasa nada, a nadie le importa.

A nadie le importa nada del patrimonio del peronismo, en el sentido ideológico. Estamos todos a la intemperie y el peronismo tiene que reafirmar su condición de ser el eje de toda esta cuestión o dejar de serlo, o convertirse en un partido de minorías.

Mi experiencia personal a nivel de la plástica, por ejemplo, con lo que pasó con los funcionarios de este gobierno, yo no me llevo bien, no me llevo nada bien. Estoy en desacuerdo desde un principio y orientaron toda la acción a las minorías, a las minorías sexuales y demás; entonces hay mucha atención a eso y por supuesto ignoraron todo lo que son minorías, que son mayorías en general, a pesar de que en la plástica hay una gran cantidad de minorías actuando en distintos estamentos, pero de todas maneras la mayoría queda fuera de eso porque no está dentro de la captura, por distintos motivos, entre ellos algunos ideológicos también.

El mundo de la plástica en general estaba de este lado, el 98% naturalmente, difícil que haya pintores que sean del PRO, que sean liberales en el sentido este; pero hoy en día no sé, hoy en día no sé porque han castigado mucho a las mayorías por políticas que, está bien ocuparse de las minorías, por supuesto, pero el peronismo es un partido de mayorías también o antes que nada, entonces tiene que ocuparse de cosas que por ahí se desprecian. En el mundo de la plástica hay mucho de eso, mucha cuestión elitista y se juntan las dos cosas, las cuestiones de las minorías con el elitismo de la gente de guita, entonces se hace ahí una cosa que se ve en arteBA por ejemplo. Se batieron récords en arteBA, el mejor de todos los que se hicieron, en medio de la crisis. Se vendió a precios carísimos, en dólares. No es que hubo ofertas, al contrario, se subieron los precios de una manera impresionante, en dólares; entonces la gente de guita es gente que acumula mucho capital y la pone también ahí y la pone también con una garantía de estas cuestiones de que están las cuestiones de género todas a salvo, puestas a salvo, entonces hay pintores especiales que tienen un trato especial desde la élite financiera, es todo una mezcla muy rarísima.

Eso es un ejemplo de un lugar, pero esto multiplicado después en todo el sistema, y el peronismo termina identificándose con un cierto progresismo y yo no entiendo por qué. El progresismo está también en el peronismo, lo abarca, pero de ninguna manera puede ser conducido por el progresismo, por una mentalidad progresista, si se quiere. Vamos a ver qué es progresismo, ¿no?, pero en la vieja forma de la palabra, porque el progresismo siempre es un problema, pero esa idea de la atención a las minorías, de cierta cosa, el rechazo al mundo religioso, por ejemplo.

Ignorar la dimensión religiosa, y hablo de las iglesias evangélicas, sobre todo, de ignorar esa dimensión, o sea, se dice: la gente no tiene intereses en ese sentido y si los tiene está mal que los tenga o vamos a ignorarlo porque eso no es relevante, es irrelevante el mundo religioso. Y eso está en el espíritu de muchos compañeros. Cuando se hizo un congreso acá en Capital hace un año en sociales y no había ninguna comisión que se ocupara del tema religión, ni siquiera de los curas del Tercer Mundo, los nuestros. No había, la dimensión religiosa no existía. Una locura muy grande. Esa es la captura progresista que te lleva a un lugar de partido de minorías, ese es el quilombo. Siempre terminas en un lugar de las minorías, atención muy extrema a las minorías, entones tenés un cuidado bárbaro. Le pasó a Boric, que quiso hacer la reforma de la constitución más progresista de la historia de la humanidad casi, por lo menos de la historia de Occidente, ya estaba todo contemplado y votaron en contra los pueblos originarios, todos empezaron a votarle en contra. Esa es la confusión, ¿cuáles son las expectativas reales del pueblo? Entonces claro, pensar que porque digas “de derecha” el pueblo se asusta es una pelotudez que no tiene sentido. Decí lo que sea, mira si se van a asustar, ¿de qué? Eso es tema del lenguaje sobre todo, por lo menos para lo práctico.

Ahora, hay muchos equívocos del lenguaje para tratar esta novedad que estamos padeciendo; muchos equívocos que no están bien encarados. Yo escucho los discursos y no están bien, está mucho mejor él, mucho mejor porque le agrega la artisticidad, le agrega la enjundia. El tipo sale, pega fuerte, nosotros estamos timoratos, así medio balbuceantes incluso y eso no está bien, desde el punto de vista del peronismo. Él escandaliza y nosotros no escandalizamos, ¿cómo es eso? ¿no podemos escandalizar? No vamos a vender pibes, pero algo podemos vender. No sé, digo, esa es la performance. La virtud de la performance es que pega, que escandaliza, como una obra de teatro o una palabra que se convierte en un emblema, algo de eso, emblemas que suenen bien, que no sean planos. Todo es así viste, nadie tiene interés en escuchar eso, no suena más bien, esta desgastado pero el discurso del peronismo no debería ser así, hay cosas que hay que ver. Por ejemplo, este pibe Santiago Siri, del mundo de las nuevas tecnologías, vino a casa, nos hicimos un poco amigos. Él estaba con el PRO y tenía  expectativas con Patricia Bullrich. El padre creo que es uno de los dueños de La Nación. Siri es el hermano de Liniers y habla de un nacionalismo tecnológico y es muy peronista en un sentido, digamos. Hicimos buenas migas y él apuesta a un nacionalismo tecnológico. Él dice que parte de las reservas había que haberlas puesto en cripto, que podríamos haber pagado las reservas si hubiéramos hecho esa inversión hace unos años atrás, en fin, cosas que son sensatas por un tiempo. Habría que ver quien tendría huevos para comprar y que te salga bien. Los temas del mundo tecnológico los tenés que tener y tenés que tener idoneidad y bueno, él te ofrece una parte de eso y, ¿cómo no lo vas a incorporar?

”  Milei pega fuerte y nosotros estamos timoratos, medio balbuceantes incluso y eso no esta bien desde el punto de vista del peronismo. el escandaliza y nosotros no escandalizamos, ¿como es eso? ¿no podemos escandalizar? 

PARTICIPANTE: El mundo está avanzando a unos pasos agigantados que hacen que nos estemos quedando bastante atrás. Es lo que veo, lo que siento.

SB: La sensación que tengo y que se conecta mucho con esto del fin del mundo, el problema en todo caso es que tenemos mucho lastre. De hecho fíjate cuando dijiste “ideología”, más allá de que yo creo que hay una crisis de las ideologías y que lo que hace Milei está más cerca de lo performático que de lo ideológico, pero yo creo que de la pandemia para acá, porque la pandemia fue un momento en el que se cristalizaron y se aceleraron procesos en el tema de la tecnología claramente; ahí es como que inevitablemente se dio un salto cuántico. Ellos tienen un diagnóstico de este nuevo tiempo del mundo y tienen hasta una decisión política y una estrategia de cómo incidir en ese nuevo tiempo. Nosotros de algún modo es como que no terminamos de asumir eso, no queremos asumir que cambió la cosa y que, insisto, para mí es medio como de salto cuántico lo que pasó y yo el 2020 creo que es eso.

”  Hay una crisis de las ideologias y lo que hace Milei esta mas cerca de lo performatico que de lo ideologico 

NB: Tomando esto, pero enganchando una pregunta a Daniel desde su perspectiva. Vos decías, en este momento “ser heterogéneo”, y entiendo que lo que decías era que en un momento perdimos la capacidad de ser heterogéneos. Lo que te quería preguntar es sobre otros momentos que vos veas en perspectiva, vividos o no, conocidos por vos en la historia del peronismo donde hayamos tenido el mismo problema, perder capacidad de ser heterogéneos y si se hizo algo para salir de ahí, ¿cómo lo ves vos más desde tu perspectiva, tu trayectoria?, ¿tiene historia la pérdida de heterogeneidad o de capacidad de ser heterogéneo en el peronismo?

DS: Sí, claro, sin duda. El 73 es eso, homogeneización o muerte, y fue muerte. No se perdonaba nada que no fuera homogéneo con la ideología del momento. Bueno, yo no vengo de ese mundo de izquierda y lo padecí mucho eso. En “la cárcel del pueblo”, una sección de la publicación de Montoneros, estaba el personaje traidor, el más perverso y demás; y le tocó a Mugica una semana y eso lo afectó muchísimo. Yo estuve el día que trajo la nota y se la mostró al padre Daniel de la Sierra, que no le importaban esas cosas y ahí se hicieron las pases de nuevo, estaban peleados, y después a la semana lo mataron. Así que esos son momentos heterogéneos, que encima se dispara el vector entrópico y no para hasta que no hay un cambio de estado y fue el cambio de estado. Eso porque Mugica, creo, había dicho en unas declaraciones, que también están, me las mandaron una vez, en televisión, creo que era Canal 9 donde el tipo acusa a la conducción de Montoneros de eso, de “reductibles”, de “unos chicos de barrio norte”, los acusa así, los desprecia muchísimo, “que no conocen al pueblo”, “que no saben nada del pueblo” y demás. Esos son los momentos donde se intenta ser homogéneo: que todos tengan un pensamiento. Perón siempre fue muy heterogéneo. Están todas las anécdotas de como compuso su gabinete, ex trotskistas, super fachos como Ivanissevich, todo tenía adentro. Pedirle a Massa que no sea tan amigo de Estados Unidos, es penoso. Bendito sea Massa si es amigo de Estados Unidos. Hay momentos, también, en los que hay políticos para aprovechar. Todas esas cosas de “deber ser”, de tener una estructura previa para tratar la realidad: la realidad se trata y se construye una estructura para tratar la realidad, no es que metes la realidad dentro de una estructura, es la estructura que hace a la realidad. Entonces no tenés estructura previa, tenés cosas con las cuales armás una estructura. Por suerte este caso de Milei viene con una estructura previa y ahí está su debilidad, porque él sí tiene una ideología y responde a determinadas cosas que, parte por parte, son todas previsibles.

PARTICIPANTE: Algo interesante  que decías en una entrevista tiene que ver con esto del lugar del goce, de imponerse y de poder ponernos nosotros también en este lugar digamos, que del otro lado está funcionando tan bien. El tema es ¿qué hacemos con ese goce que se está dando?

DS: Sí, es verdad. Bueno, ese es el lugar que hay que buscar, precisamente ese lugar que decís del goce, de poder tener un discurso pregnante, un discurso que llame la atención, escandalizar de última, ¿cómo escandalizamos nosotros?, ¿cómo nos hacemos presente? Massa está buscando eso, ayer vi algunas cosas que dijo que están bien, que de pronto sorprende y hace que el otro tenga que reaccionar; bueno eso en chiquito, pero en grande, socialmente, deberíamos tener esa dimensión más presente y no repetir letanías, frases hechas, todas esas cuestiones. No es así, sorprender con algo nuevo que no venga ni por un lado ni por el otro, que es lo que hace este personaje. Yo decía que me hacía acordar a mi tía en Claypole, que tenía un gallinero y a la mañana temprano iba y tiraba maíz y después se pasaban todo el día las gallinas picoteando de ahí. Es lo que hacen estos de los medios de comunicación, tiran alimento para progresista y entonces después estamos todo el día “Uhhh quiere vender chicos”, “Uhhh va a sacar el aborto”, y nosotros boludeando todo el día. Tenemos que cambiar, ese es el desafío, de hacer nuestra performance también. Entonces, performance y performance. Hay que lidiar ahí, distinto, es de otro calibre la cosa.

NB: ¿El peronismo ha tenido capacidad de interpelar lo individual o siempre fue así, altruista, colectivo?, ¿qué significa la palabra individuo en código peronista pasado y futuro?, ¿o no hay?

DS: Sí hay. En realidad la esencia de la acción del peronismo tiende al individuo, al núcleo, a la familia.  Por eso también hay ahí un gran quilombo. El vector de ascenso social es esencial en el peronismo y eso es una interpelación individual, o sea, vos vas a tener tu familia, un chalecito; y esos son patrimonio del pequeño burgués, que es el sujeto histórico del peronismo. El sujeto histórico del peronismo es la familia tipo, pequeña burguesa. No es un proletario, el peronismo nunca es proletarizante. Nunca se dirige al proletario, al obrero: no es obrerista. Es el obrero pero en su instancia de búsqueda de felicidad individual. Está lo colectivo y después está la felicidad individual, que es la que se representa por otro lado. Por eso la idea de la vivienda de clase media y demás. La construcción del conurbano, que en gran medida sigue teniendo un lazo con el peronismo, es una aspiración de clase media o de aburguesamiento. Hay una diferencia muy grande, si uno va a todos los grandes conurbanos y demás hay una proliferación de monoblocks, por ejemplo, muchas ciudades, muchas que tuvieron muchos años de socialismo también, socialismo real, y hay mucho monoblock. Las viviendas obreras las hacen los gobiernos militares.. Ese individualismo que está ahí presente en una vivienda unifamiliar en medio de un terreno, como se hacía en Ciudad Evita, sobre todo, es la esencia de todo. El peronismo por ahí olvida eso y nosotros ahora, paradójicamente, tenemos más tendencia a la proletarización, por ejemplo a través de Grabois y demás. Entonces ahí hay algo que está haciendo ruido, hay una rémora del pasado en cierto modo, hay un recuerdo de aquel peronismo de los 70, combativo, y no es así, no va por ahí. Es por eso que el menemismo es un efecto del peronismo. El menemismo no es ajeno al peronismo, tiene adentro la traición, todos los contenidos que podamos estar en contra, pero es esencialmente peronista; y rechazamos eso porque “es el traidor”, si es traidor como tantos, tantos traidores hubo. Bueno, fue uno más, fue un gran traidor también ¿y qué?, pero ahí hay algo del peronismo que está presente también. Entonces cuando se es heterogéneo se ve todo eso, pero no lo podemos poner detrás de una visión progresista al peronismo porque no es así. No es luminoso, tiene la oscuridad desde la codicia personal, todo tiene adentro. No son hombres santos, hombres desprendidos como imagina el progresismo.

El sujeto historico del peronismo es la familia tipo, pequeña burguesa. No es un proletario, el peronismo nunca es proletarizante.

Nosotros tenemos discursos medianos y que ya han sido desgastados y entonces no despiertan ningun tipo de reaccion. Ese poder hay que buscarlo de nuevo.

DS: Mis hijos me dicen que en TikTok, por ejemplo, está todo Milei y nosotros no. ¿Por qué pasó?

PARTICIPANTE: Porque no hay una cabeza, una oficina si se quiere, con recursos que se ponga a trabajar eso, a planificar y llegar y a construir esos perfiles; y eso es lo que nos está faltando desde el peronismo para ganar con el discurso, un responsable.

PARTICIPANTE: Por ejemplo, Larreta, no hace falta una oficina. Larreta puso guita, pero a lo loco y hacían cosas en TikTok súper armadas, de hecho, hasta bien hechas. Él hacía vídeo reacción de cosas que hizo mal y decía “No, acá la re pifié”, y aun así le fue mal. Entonces capaz, no sé si sería por el tema de Milei, pero tal vez está en el cómo dar el mensaje.

NB: Para pensar también, ¿Qué se puede hacer y qué podemos analizar? Yo siento que por momentos tenemos pocas metáforas, porque “dolarización” es metáfora de prosperidad y estabilidad, “Quemar el Banco Central” es metáfora de fuerza, “vender órganos” no sé qué será…libertad.¿No hay un problema de que, no tanto de que sean mentiras las cosas que dice Milei o engaños, sino que a nosotros nos falta metáfora? Te pregunto a vos que sos artista. Como que estamos carentes de metáforas.

DS: Claro, precisamente eso, la fuerza de tener un discurso poderoso con palabras poderosas que puedan ser emblemas como “vender órganos”, como “quemar el Banco Central”, son todas afirmaciones positivas en el sentido de que bueno “wow”, tenés que tener una posición frente a esas palabras. Exige eso. Nosotros tenemos discursos medianos y que ya han sido desgastados y entonces no despiertan ningún tipo de reacción. Ese poder hay que buscarlo de nuevo. Lo que pasa es que, claro, tenemos que tener un cuerpo más o menos homogéneo en el sentido de que pueda bancarse las cosas heterogéneas que se puedan llegar a decir. Esa es una paradoja, pero uno dice unas cosas que te van a acusar de fascista, que te van a acusar de derecha y entonces se desbarata ahí mismo, entre nosotros mismos nos desbaratamos. Esa falta de libertad, que es lo que decían, que hay cosas que no se dicen porque hay policías internas, o sea, eliminar a la policía interna y poner una buena policía de seguridad; por eso hay que buscar los emblemas, pero después hay que bancárselos. ¿Quién se banca algunas cosas? Habrá que ver. Se han dicho cosas, bueno, Cristina sin ir más lejos dijo, tres veces por lo menos yo lo escuché, donde dió por terminado el problema de la izquierda y la derecha directamente, e incluso el discurso de las ideologías. El Papa por otro lado lo dice siempre, pero bueno le saltaron al cuello. Me acuerdo de una nota de María Pía López en Pagina12 indignadísima, como va a decir eso. Cristina nunca habla de “izquierda” “derecha” en realidad. Eso es verdad. Nunca dice eso. Igual que muchos compañeros.

PARTICIPANTE: Vos tenés que construir al otro para reforzar tu identidad. Eso es lo que hace Milei de manera excelente. Él construye un enemigo y todo el mundo dice “Si, yo quiero algo interesante porque me la estoy pasando mal” y Grabois con nada, con un par de videítos, un buen contenido verídico también sacó un montón de puntos. El que no tenía credibilidad era Larreta, aunque tenía mucha plataforma, pero pensar en comunicación es eso también.

SB: Y estar disponible y tener la libertad para poder ensayar nuevas canciones.

DS: El asunto ahí es que hay un discurso que está quebrado, como no hay una lógica, hay ánimo de venganza, hay todo tipo de sufrimientos y de sentimientos, incluso oscuros, que se retroalimentan. Entonces es un campo en el que no prospera nada, no hay nada racional que pueda prosperar ahí, porque lo racional sería, precisamente, la justicia social, impulsar todo ese tipo de cosas. Ahora, todos los medios disponibles para llegar a esto que sería el objetivo de que la gente sea feliz son oscuros, son medios de violencia. Todas las propuestas tienen ese contenido de violencia intrínseco, de que sacian el ánimo de venganza de alguien. Eso está por detrás siempre del discurso de Milei. No es un discurso pacífico, porque ese lo tendríamos nosotros en todo caso y no es efectivo, porque la gente espera algo diferente . Es como que se espera que algo pase y, “va a pasar algo” y pasa eso. Milei te ofrece esa posibilidad de que pase algo jodido y que vos puedas ser feliz de esa manera, porque vas a ver como el otro se jode también. Ahí hay un comercio jodido en ese sentido, que está, que no te lo pueden reconocer, pero está ahí presente. O sea, “te voy a sacar el aborto”, todas las cosas que vos patrimoniaste, la justicia social, y ahí está viste…”te las saco”.

NB: ¿Puede ganar una opción peronista? Para cerrar Daniel. Algo así como una cosa de pensamiento anticipatorio, ¿podemos ganar?

DS: Se puede ganar, sí. Se puede ganar, pero está…

NB: Está en trópico, sería.

DS: Yo no daría nada por cerrado, incluido que se puede ganar.

NB: Tan incierto está todo que incluso se puede ganar.

DS: Si, claro, sería también así, pero depende mucho de nosotros en este tiempo. Este tiempo lo que hay que hacer es desmontar, en parte, o por lo menos producir el desgaste que necesita tener Milei porque hay mucho de espuma. Es una cerveza tirada muy arriba y quedó mucha espuma. Hay que contar con esa situación, y para producir ese desgaste no hay que hacerlo desde una postura demasiado progresista y de búsqueda de homogeneidad, con discurso ideológico. Eso es lo peor que puede pasar.

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