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RODOLFO KUSCH

Y " EL PUEBLO" COMO SUJETO COMUNITARIO

Entrevista a Ariel Fresia

Desde el PFFM continuamos con el ciclo de entrevistas, relevamientos y charlas que queremos registrar desde Argentina, no sólo para nuestra patria, sino para la región y para el mundo. En la línea de lo trabajado, estos diálogos abordan temas que consideramos importantes y estratégicos de la agenda de este tiempo que nos toca transitar.

En esta oportunidad, conversamos sobre Rodolfo Kusch y su influencia en el Papa Francisco con Ariel Fresia, profesor de filosofía, licenciado en educación y doctor en historia. Ariel es, además, docente de pastoral juvenil en la Escuela Teológica Cebitepal-CELAM (Bogotá, Colombia), coordinador del Espacio Educativo de la CONFAR (Conferencia de religiosas y religiosas de Argentina) y profesor de pastoral juvenil en el Centro Salesiano de Estudios Teológicos de Buenos Aires.

PFFM: Bienvenidos a todos y todas. Seguimos con estas conversaciones que estamos dando sobre las fuentes del pensamiento del Papa, tratando de cruzarlas con nuestra realidad actual: Argentina, latinoamericana y también global y queremos abordar con nuestro amigo Ariel Fresia a un personaje que podríamos llamar un argentino alemán del Papa; ¿se podrá decir así, Ariel? Viene bien el caso por el contexto en el que hacemos esta recorrida, que es traducir y reflexionar, pero también discutir con el pensamiento de los mejores amigos europeos que tenemos. Queremos comenzar preguntándote: ¿cómo te encontrás vos con el pensamiento de Kusch? Desde allí, si pudieras empezar diciendo Kusch en cuatro o cinco notas centrales vistas desde hoy desde esta perspectiva.

AF: Bueno, un gusto compartir con ustedes esta conversación. Gracias por la invitación. A Kusch llegué hace ya muchos años, allá por la década de los 90, cuando estaba estudiando filosofía a raíz de la presentación que hizo un profesor en una de las clases y me cautivo, y después también a partir de Kusch llegué a Scannone y institucionalmente después se fueron complementando ambos pensamientos. Kusch es importante para el pensamiento latinoamericano argentino y en particular en la formación del pensamiento del Papa Francisco, perdón, antes del Papa Francisco en la formación del pensamiento de Bergoglio, después papa Francisco. Yo creo que Kusch llega a Bergoglio a partir del encuentro, la convivencia que tuvieron Bergoglio con Scannone en la comunidad jesuítica de San Miguel, donde estaban las facultades de Filosofía y Biología. Kusch fue invitado por Scannone a formar parte de un equipo interdisciplinario financiado por una fundación de Alemania para estudiar la religiosidad popular argentina e indagar sobre el logos filosófico existente en esa religiosidad popular argentina; y lo contactaron a Kusch para que formara parte del equipo por intermedio de Cullen, que había sido jesuita y que formaba parte del equipo. Entonces Kusch forma parte del equipo internacional, interdisciplinario, sobre investigación de la religiosidad popular dirigido por Scannone entre los años 76 y 78 hasta la muerte de Kusch. En esos años Kusch viajaba desde Maimará a Buenos Aires para asistir a estas reuniones en San Miguel y también da la ocasión que en esos años Bergoglio es superior de los jesuitas y reside en San Miguel, así que en algún momento se tienen que haber cruzado y si no se cruzaron sabían de la presencia de Kusch en San Miguel porque había sido convocado por Scannone a participar de este equipo. 

¿Cuándo se da la revelación de que Bergoglio había leído a Kusch? Bueno, esa revelación se da tardíamente, porque lo expresó en un libro de entrevistas en el año 2018 con un politólogo francés Dominique Wolton, el libro se llamó ‘Política y sociedad, conversaciones con Dominique Wolton’ y allí ya el Papa Francisco dice a Wolton por que anda dando vuelta la idea de pueblo, por que el Papa se pone en la contención del pueblo, pide la oración del pueblo, habla del santo pueblo de Dios y tantas otras cosas que dice el Papa Francisco. A raíz de eso entonces este periodista politólogo le pregunta al Papa de dónde viene esta idea de pueblo y el Papa le dice así no más, simplemente, lo cito entre comillas porque estoy leyendo ahora de ese libro dice “hay un pensador que usted debería leer, Rodolfo Kusch. Un alemán que vivía allá al noroeste de Argentina, un excelente filósofo, antropólogo, muy bueno. Él fue quien me hizo comprender una cosa: la palabra pueblo no es una palabra lógica, es una palabra mítica”. Y continúa por supuesto la cita, en ese libro de entrevistas aparece varias veces esta alusión a “pueblo”, no lógico sino mítico. Después el Papa Francisco hizo alusión también a esta idea de “no lógico”, sino mítico, en algunas de esas entrevistas o alocuciones que tiene el Papa en los aviones cuando regresa de algún viaje con los periodistas. Al regreso del viaje de México hacia Roma de nuevo hizo esta alusión a lo “mítico-no lógico” y desde el observatorio romano pensaron que se había equivocado el Papa y pusieron místico, no lógico. Después el Papa dijo que no, no era místico sino “mítico, no lógico” y que esta idea de lo mítico venía de Rodolfo Kusch. Ahí es que Rodolfo Kusch tomó una dimensión más allá de Argentina y de los latinoamericanos en relación a la filosofía de la cultura y la filosofía de la liberación para pasar al ámbito internacional porque bueno, hay muy poco traducido de él a otras lenguas, salvo en inglés por algunos colegas australianos pero muy poco en definitiva. Que lo haya dicho el Papa ahora aparece Kusch como una figura internacional donde hay muy poco de él traducido y hay mucho para leer. Así que creo que considerarlo a Rodolfo Kusch, como también en las raíces del pensamiento y de la formación del Papa Francisco es muy interesante para comprender sobre todo algunos puntos, yo diría tres a grandes rasgos.

En primer lugar ésta idea de pueblo, que es el pueblo para Francisco inspirándose en Kusch. Después hay un aspecto más en relación a pueblo que es la cuestión de cultura y religión o religión popular o religión del pueblo y religiosidad. Son temas que también habían sido trabajados por Rodolfo Kusch en el altiplano argentino y boliviano. Y un último aspecto diría yo que está influyendo en el Papa Francisco es esta idea en Kusch expresada como lógica de la negación, que acá aparece como no lógica sino mítica, que me parece que ésta lógica de la negación es una lógica sapiencial en Kusch que está influyendo también de manera indirecta por supuesto en el Papa Bergoglio.

 

PFFM: Este pantallazo inicial de esta vinculación, que la marcamos en este espacio cuando vimos esa intervención de Francisco en diálogo con Wolton. Lo hicimos porque, de hecho, una de las cuestiones que desde el PFFM siempre venimos haciendo en estas entrevistas y en diálogo con los amigos alemanes, es abordar el tema de pueblo y subrayar la necesidad de traducir las implicancias que tiene para el pensamiento argentino y latinoamericano pero sobre todo argentino, pensamiento en general pero sobre todo con sus implicancias políticas y sus implicancias teológicas. Esto siempre es un ejercicio. Esta cuestión de “no lógico y mítico”, la verdad que nos parecía, no sé si un hallazgo, porque está en Rodolfo Kusch, por supuesto, pero como decías también, en palabras del Papa, como que toman una trascendencia especial. Entonces, te queríamos pedir profundizar un poco más en esta dicotomía o en esta distinción que hace Kusch y quizás describir un poco más, cómo llega Kusch a poder abordar esto a partir de la singularidad de su figura como filósofo, pero al mismo tiempo un filósofo no de biblioteca sino de campo, digamos un filósofo de territorio. 

AF: Sí, ¿cómo no? Como preámbulo a esto que me has preguntado, quiero decirte que este grupo interdisciplinario dirigido por Scannone en el que participó Kusch, también Cullen, se reúne en París para presentar las conclusiones de ese trabajo. Fue en los 80 que se reúnen, si no recuerdo mal, en París y el grupo argentino lo presenta a Kusch con un artículo de Mareque sobre las líneas fundamentales del pensamiento de Kusch, sobre todo para los alemanes y los franceses y otros europeos que no tenían ni idea del trabajo de los argentinos. Entonces presentan ese artículo de Mareque sobre las líneas fundamentales del pensamiento de Rodolfo Kusch y después dos intervenciones muy potentes de Scannone y de Cullen sobre el pensamiento especulativo a partir de Kusch y la dialéctica, la religiosidad popular y dialéctica de Cullen inspirados también en Kusch le dieron la pauta a los europeos en ese momento, en ese simposio internacional que este filósofo era alguien importante, pero no pudieron descubrir la importancia de este filósofo sobre todo, justamente ahora está dentro del asunto, por la comprensión de pueblo; ¿por qué? A los filósofos europeos cuando les decían “pueblo” tanto Mareque como Scannone y Cullen se les ponían los pelos de punta, y lo expresó claramente Lévinas, también estuvo presente de Ricoeur, pero lo expresó claramente Lévinas porque ponía tantas objeciones al desarrollo que estaba haciendo el grupo argentino que le preguntaron qué era lo que le molestaba de la exposición de los argentinos y entonces Lévinas dijo “porque para nosotros pueblo es marchar uno al lado del otro”. Para los europeos y particularmente para Lévinas pueblo tenía estas connotaciones negativas, absolutas negativas, porque estaban asociados con el fascismo, el nazismo, en este caso en relación a Lévinas, pero también con el fascismo y todos los autoritarismos europeos. Pueblo era marchar uno al lado del otro o uno a la par del otro o uno detrás del otro. Hacía referencia a esta masa, por decir así, indistinta de individuos llevados por un líder hacia adelante, ¿no? Por eso es que le resultaba tan extraño esta idea que presentaba el grupo argentino y encontraba tanta oposición en el grupo europeo. ¿De dónde le viene a Kusch esta idea del pueblo y lo popular? En primer lugar, viene para mí, desde la lectura de los textos de Kusch, desde dos perspectivas. En primer lugar de la perspectiva literaria a partir de sus investigaciones y su producción estética literaria sobre Juan Moreira, Martin Fierro y otros personajes en donde descubre el pueblo como este sector de la sociedad que reúnen sí características muy propias pero que son muy valiosas porque en ellos se resume de alguna manera la cultura y la nación, la nación en el sentido de cultura no la nación en el sentido de nacionalidad. Y en segundo lugar quizás en su producción del 50, con el peronismo. Con la llegada del peronismo Kusch percibe una especie de florecimiento del pueblo, no de la idea de pueblo sino de la realidad de pueblo que se sienten convocados por un líder pero no al modo como Lévinas ponía las objeciones marchando uno al lado del otro sino reúne al pueblo en torno a un liderazgo y con características propias que yo creo que han marcado desde allí en adelante la historia política y también la historia cultural argentina. 

Cuando Kusch tiene que exiliarse internamente a la raíz del golpe militar y quedar sin sus cátedras en la Universidad Nacional de Salta, sin posibilidad de sobrevivir en el ámbito académico, termina refugiándose en Maimará, continúa haciendo investigaciones de trabajo de campo que ya habían empezado, por supuesto en años anteriores, y allí descubre otra faceta importante que no es el pueblo en la dimensión ciudadana, en relación a la polis por decirlo de alguna manera y a un liderazgo político, sino que descubre otra faceta del pueblo y lo popular ligado con las culturas andinas, con las culturas ancestrales sobre todo quechua y aymara. Y allí descubre una cosa interesante, en donde para Kusch pueblo no es, no sé, una organización social o no sé cómo decirlo, no es un grupo orientado políticamente o una movilización en torno a causas sociales, sino que pueblo es para Kusch en el contexto de las culturas andinas un sujeto comunitario. Por supuesto que también como sujeto comunitario tiene pretensiones políticas, tiene un proyecto histórico y demás pero no al modo del proyecto histórico y de las pretensiones políticas y el proyecto de bien común como lo tendrían los ciudadanos en las grandes ciudades de Argentina, al menos en lo que Kusch había estudiado. Entonces él descubre un sujeto comunitario en el noroeste argentino y en el sector boliviano en donde ese sujeto comunitario está relacionado con un modo de vivencia de las culturas andinas, que no es diría Kusch “desde el ser, sino desde el Estado” y desde allí que inventó esta comprensión del estar como pre-ontológico o antes que el ser; y desde allí también él comprendió de alguna manera que el pueblo de las culturas ancestrales es un pueblo que está más ligado a este estar que al ser. Y entonces, ¿dónde se ve el pueblo en las culturas ancestrales? Kusch lo ve en la chola que está sentada en la calle vendiendo o en el mercado o un grupo que está tomando chicha u otro grupo que está celebrando en una apacheta o que están haciendo un ritual en torno a un camión, es decir, es un sujeto comunitario pero lo percibe en individuos concretos que muestran lo más genuino de este sujeto comunitario, que a diferencia del sujeto comunitario ciudadano, por decirlo así, este sujeto comunitario es más hediento porque está relacionado incluso con el estar menos puro e higiénico que el sujeto ciudadano; sin embargo Kusch va a decir en ‘Indios, porteños y dioses’, por ejemplo, que también en la ciudad se da este sujeto pueblo impuro más ligado al estar que al ser porque también él entiende que en la polis el pueblo como estar se opone a la élite que aspira a ser alguien o a los pequeños profesionales que también buscan ser alguien y no dejarse estar en términos de la filosofía de Kusch. 

Entonces es interesante constatar estos aspectos, por un lado, una cuestión que tiene que ver con su producción teórica anterior al 50, luego el surgimiento del peronismo y el descubrimiento del peronismo por parte de Kusch y cierta sintonía con este movimiento político y en relación a esta sintonía con Kusch es su opción política que en la década de los 70 con el golpe militar lo deja fuera de la Academia y tiene que refugiarse en Maimará, al margen del mundo intelectual, pero siguió investigando estas cuestiones importantes sobre lo popular y el pueblo. Hay una cuestión que no les mencioné y es que en esta concepción del pueblo y lo popular hay un factor muy importante que yo creo que va a ser también decisivo en el pensamiento del Papa Francisco, que es el papel de la religión en la cultura o en términos de Kusch “los dioses innombrables”, que es parte digamos de las religiones nativas; sobre todo, esto se va a ver muy palpable en el texto del Papa Francisco ‘Evangelii gaudium’ cuando habla de la religión del pueblo y de la mística popular, que ese es un tema que ya venían desarrollando los filósofos de la liberación latinoamericanos argentinos como en el caso de Scannone y Kusch pero también los teólogos del pueblo como en el caso de Gera, Yorio y Tello.

PFFM: Tres cosas, una que mencionaste hace un rato, otra que te iba a preguntar y mencionaste y una que agregamos nosotros. La primera es, llevando un poco también a los debates contemporáneos, tratando de actualizar el temor de Lévinas: ¿cómo ves vos el vínculo hoy de estas cuestiones con las críticas, los temores, las controversias y también las no pocas aclaraciones que tiene que hacer el Papa cuando, en Europa sobre todo, le dicen “pero usted está promoviendo los populismos”? ¿Cómo ves la actualidad de eso? La segunda, vos la mencionaste ya como la tomaba Kusch, te quería preguntar, ¿qué implica esta visión de pueblo y sobre todo en su inscripción en culturas ancestrales en la cuestión de la cultura urbana hoy? No la que vió Kusch, sino la de hoy que se ha ido extendiendo, o sea, si sigue siendo válido y cómo lo ves eso en ese debate hoy, en esos desafíos pastorales que en no poca medida están en la ciudad hoy, en todo el mundo. El Papa también ya en Aparecida pero también después como Papa insiste con eso; y lo tercero es, ¿qué ves y qué no? ¿qué diferencias y conexiones establecerías entre lo que Kusch propuso, lo que se debatía en ese momento y las actuales propuestas, debates e interrogantes sobre las cuestiones de lo que se llama más generalmente el buen vivir? Así que son tres cosas: populismo, cultura urbana y buen vivir.

AF: Bien, me puse a tomar nota porque son cosas muy interesantes y muy gruesas las que preguntan. Bueno, sobre la primera pueblo y populismos sí, el Papa Bergoglio tiene que estar aclarando todos los días eso y yo creo que lo hizo ya de una vez y para siempre en ‘Fratelli tutti’. Allí yo creo que el Papa Bergoglio deja claro qué entiende él por pueblo y por qué su comprensión de pueblo no es de los populismos que le achacan a él sus críticos. Y en ese punto a mí me parece que es importante, en esta idea de pueblo que tiene Bergoglio, que tiene coincidencias para la pastoral, para la teología, incluso para el magisterio y el gobierno de la Iglesia, al menos en este período del Papa Francisco, esta idea de convertirse al pueblo, que aparece en ‘Evangelii gaudium 220’, es decir, hay necesidad de una vuelta o de un retorno al pueblo porque se supone como premisa de que se ha ido la Iglesia distanciando del pueblo, entonces hay que hacer una conversión un retorno al pueblo. Otra cosa interesante que se desprende de esto como consecuencias para la teología, la pastoral y el gobierno de la Iglesia es interpretar el sentido del pueblo, que esto es muy tradicional en la teología clásica, el sensus fidei que es el sentir del pueblo y que era una teoría muy importante en la teología clásica, que ahora está siendo recuperada sobre todo después del Vaticano Segundo y en este último tiempo en el caso de la teología latinoamericana. Interpretar el sentido del pueblo, sentir con el pueblo y a su vez también el sensus fidei viene de considerar que el pueblo tiene un pensamiento, una práctica, valores que son legítimos. No solamente que hay que ir y evangelizar para salvarlo sino que hay que aprovechar, tomar, valorar, recuperar lo que tiene el pueblo para el trabajo de la pastoral, para el trabajo de la educación, para el trabajo de la gestión institucional de la Iglesia; y otra de las cosas que me parece que dice también el Papa Francisco en ‘Fratelli tutti’, querer ser parte de estos tres aspectos, convertirse al pueblo, interpretar el sentir del pueblo y querer ser pueblo en la teología del Papa Francisco muestra la preeminencia del pueblo y de lo popular, no populista en el sentido negativo sino en el sentido de la revalorización del pueblo, del horizonte interpretativo de lo popular y del valor hermenéutico de este retorno al pueblo y lo popular con lo que eso implica. 

Respecto del debate de Kusch en su momento con pueblo, religiosidad popular y la cuestión actual con el tema de la cultura urbana hoy, yo creo que las categorías de Kusch y el parte de Kusch no puede ser reeditado hoy, pero sí esas categorías pueden ser resignificadas, para eso hay que apropiárselas nuevamente, leerlo a Kusch nuevamente. No podemos hacerle decir cosas a Kusch sobre la situación actual, pero sí, reapropiándose de sus categorías, definiéndolas en el contexto actual yo creo que ayudaría mucho para pensar la cuestión de la cultura urbana en los márgenes sobre todo, no la cultura urbana en el centro de la ciudad sino la cultura urbana en los márgenes de la ciudad, que tiene que ver por ejemplo en el caso latinoamericano con los conurbanos de las grandes ciudades, Buenos Aires, San Pablo, Santiago, México, Bogotá, etcétera; es decir porque en esos ámbitos de los conurbanos de estas grandes ciudades, de estos núcleos, mega ciudades hay una cultura urbana que es alternativa a la cultura urbana oficial o a la cultura urbana mostrada como la cultura pura, la cultura que debe ser o la cultura hegemónica, por ejemplo estas cuestiones que aparecen como la música que hacen chicos y chicas en los conurbanos, trap, rap o las formas de bailar o las producciones estéticas que tienen, no las producciones estéticas que ellos llevan en su cuerpo sino porque producen también nuevas estéticas, no solamente con la música y el baile sino también con los grafitis, por ejemplo en los conurbanos bonaerenses y de otras ciudades pero que también después se traslada hacia el centro de las ciudades. 

Yo creo que las categorías de Kusch ayudarían a pensar o repensar esta evolución de la cultura urbana en los márgenes de la gran ciudad y todo este pulular de riqueza que en los términos de Kusch sería lo impuro, lo considerado impuro por la cultura hegemónica, lo degradado, lo marginal, sin valor y bueno y cómo eso puede ser desde las categorías de la filosofía de Kusch revalorizado, incluso propuesto no como una cultura hegemónica por supuesto pero sí como una cultura contrahegemónica que es presentada por los grandes medios, a veces también por las políticas públicas.

Respecto del último punto sobre los debates actuales y el buen vivir, Kusch nunca utilizó ese concepto de buen vivir pero está presente en su producción sobre todo porque en los textos como la lógica de ‘la negación en el pensamiento popular’ y ‘el pensamiento indígena y popular en América’ aparece muy claro que estas no son culturas marginales o subculturas, sino que son culturas en el pleno sentido de la palabra y que son un modo de vivir, esto no lo dice Kusch, un modo de buen vivir y de llevar a la plenitud la propia vida. De hecho en Kusch se dió un debate, no en torno al buen vivir porque eso no es de la época de Kusch sino que es actual, pero que podría, digamos, comprenderse desde esta categoría y desde esta perspectiva, que es el debate que tuvo Kusch en su momento con Paulo Freire sobre la cuestión de los procesos de alfabetización y la incorporación de la tecnología en las culturas más ancestrales. Bueno, Kusch decía que por ejemplo una persona de la Puna en el norte argentino no necesitaba una bomba de agua como podría traer el pensamiento científico y lo más avanzado de las políticas públicas sino que lo que él necesitaba era estar en contacto con la naturaleza, hacer un ritual, conectarse con sus divinidades y el agua iba a llegar, y eso tenía que ver con un estilo de vida, con una cultura, con una forma más lenta de desarrollar la existencia y que contribuía a ese buen vivir en el contacto permanente con la naturaleza, con el cerro que eran los abuelos, con la lluvia que a veces hacía desastres pero que otras veces era beneficiosa para los cultivos, con el trueno y el relámpago que podían provocar algún incendio pero que también eran parte de la fuerza de la divinidad que estaba en contacto permanente con ellos, sin llegar a ser un panteísmo porque no es un panteísmo pero es una relación directa del sujeto, de la cultura con las divinidades justamente en búsqueda del buen vivir; y yo creo que en relación a esta idea del buen vivir aparece también esta idea de la política. Yo creo que Kusch no le escapó al debate político, aunque en sus textos no está siempre presente, pero también intervino en el debate político, sobre todo con algunos folletos que se editaron desde el frente justicialista cultural o algo así, no me acuerdo ahora bien el término del grupo en el que participaba Kusch, pero yo creo que esta cuestión del buen vivir también implica una decisión política, no solamente una decisión cultural de los sujetos de esa cultura sino también una decisión política, no de esos sujetos sino de los que ejercen el liderazgo político, por decirlo de alguna manera, porque justamente cuando los sujetos toman una decisión cultural por vivir, por el buen vivir en torno a sus ideales, en torno a su cultura, sus estilos, sus formas de creer de producir y de reproducirse requieren de una decisión política que los ampare, pero no al modo de una reserva indígena sino que los ampare para que esta cultura no sobreviva en los márgenes sino que adquiera el valor inusitado que ha tenido desde siempre y que es necesario que ahora las políticas públicas la preservan, no solamente en torno a la recuperación de sus tierras ancestrales sino justamente a esta idea que tiene que ver quizás con los derechos más bien, más que con la recuperación de tierras, a los derechos y a la dignidad de las personas que han hecho una opción cultural por desarrollar su vida, su existencia en torno a una cultura ancestral.

PFFM: Para ir entrando en el cierre, en la lógica también del formato que elegimos y nos damos en este tipo de conversaciones: en Francisco lo que aparece muy fuerte y me parece que conecta totalmente con esto que estamos hablando el tema del neoliberalismo. Lo cuestiona desde ‘Evangelii gaudium’, lo hace también en ‘Fratelli tutti’, en ‘Laudato si’,  aparece la cuestión de denunciar al neoliberalismo, pero más que al neoliberalismo y en eso me parece que es un diferencial que tiene Francisco, él dice “el problema no es el nombre del neoliberalismo, el problema es la lógica tecno-burocrática. El problema es la lógica que está detrás” y a la par de eso se podría conjugar con otras cuestiones desde Francisco cuando él dice “es necesario empezar a revalorizar algunos sentidos más allá de la vista y el oído”, que serían los más inmediatos, también los propios de Instagram y TikTok si lo pensamos también en las plataformas para recuperar el gusto, el olfato y el tacto. Quizás para consultar o para hacer una reflexión respecto a esto de la lógica tecno burocrática y no tanto pensando hacia atrás, hacia las culturas ancestrales sino tratando de pensar el futuro inmediato que tiene que ver con los estándares, los umbrales de expectativa de consumo que tienen las sociedades hacia futuro y la velocidad en las que se conciben las comunicaciones, pero sobre todo las transacciones y el desarrollo, la tasa de crecimiento; bueno, ¿qué puede aportar también el pensamiento de Kusch para desafiar esa lógica tecno burocrática propia de esta fase del capitalismo y del neoliberalismo quizás, que es exponencial en su lógica de cómo maximizar ganancias, tiempo, comunicación y generación de riqueza, si lo podemos decir en esos términos?

AF: Me animo a decir que la concepción de Kusch, no sé de Bergoglio, pero sí también en la de Scannone el sujeto del poder es el pueblo y los pobres son los que constituyen al pueblo y por eso esta idea de la tecnocracia, de la revolución tecnocrática o del neoliberalismo como venías diciendo vos en relación a los desafíos que se presentan en este momento y yo creo que lo que plantearía Kusch, como les dije en su debate con Freire en su momento, es sobre todo la recuperación de lo originario o la recuperación de lo común del pueblo y esa recuperación de lo común del pueblo tiene que ver con la recuperación de lo que los une de aquellos vínculos que unen al pueblo, que lo hacen pueblo, que generalmente tiene que ver con esta experiencia histórica común, con un estilo de vida común y que los llevarían a un proyecto político histórico común. Pero en este sentido a mí me parece que es interesante comprender que el pueblo como el sujeto del poder y los pobres como los que constituyen al pueblo no son para hacer la revolución cultural, sino quizás funcionen como este proyecto contrahegemónico. Kusch lo pone en un ejemplo describiendo lo que pasa con los pobres en la ciudad de Buenos Aires, con los sectores populares en la ciudad de Buenos Aires, por ejemplo cuando una señora pobre hace empanadas y las comparte con la vecina para que pruebe nomás, o cuando salta o se asoma por la pared del fondo para establecer una charla con la vecina que está del otro lado, solo para conversar nomás o cuando se reúnen los amigos en el bar, que apenas tienen para pagar la copa, lo hacen no solamente para tomar la copa sino para compartir nomás. En el nomás. Yo creo que esta idea del “nomás” que tienen los sectores populares podría ser como una especie de antídoto, no para seguir siendo pobres o permanecer en la pobreza, en la desigualdad y en la exclusión sino para desde allí pensar un modelo político donde el compartir, la comunión, la solidaridad e incluso la fraternidad sean los elementos decisivos en esta nueva configuración del poder y no otros elementos que tienen que ver con lo tecnocrático, la burocracia o políticas que afectan al pueblo pero que no proceden desde el pueblo, por ejemplo. Yo creo que Kusch sigue siendo actual hoy, no porque haya previsto, no podía ser un mago o un profeta y prever lo que iba a ocurrir hoy, sino porque las lecturas y relecturas que se hacen desde la actualidad hoy a partir de Kusch podrían brindar algunas claves interpretativas para comprender lo que nos está pasando, sin hacerle decir a Kusch cosas que nunca dijo pero sí utilizando sus categorías para decir hoy, que creo que es la genialidad que tuvo Francisco cuando dijo “pueblo no lógico, mítico”, eso no lo había dicho Kusch y ni siquiera se le había ocurrido a Scannone decir una cosa de esas y es una reelaboración, una invención creativa del Papa Francisco en su lectura de Kusch y decir “pueblo no lógico, mítico” me parece muy interesante. Respecto sobre el debate actual también, para retomar las dos preguntas anteriores, algunos intentan desperonizar al Papa Francisco y para desperonizar al Papa Francisco lo que hacen es que la categoría pueblo no provenga de un filósofo latinoamericano como Kusch o no tenga su raigambre en la filosofía de la liberación y la teología del pueblo, sino en Romano Guardini. Entonces de esa manera lo acercan más al Papa Francisco a la tradición reflexiva europea y lo hacen menos popular, más pulcro, menos maloliente para el público europeo, porque decir que la concepción de pueblo que tiene el Papa Bergoglio viene de Bergoglio lo hace más potable para los europeos que decir que provenga de Kusch. Uno de los que hace este trabajo de desperonización de Bergoglio es Narvaja, que en un artículo que publica a raíz de las obras completas, que después publicó las obras completas del Padre Fiorito, acá se preguntaba por el contexto de la religiosidad popular en la Argentina, justamente dice que Bergoglio se inspira en Guardini para la concepción de pueblo; pero en Guardini la concepción de pueblo no tiene nada que ver con lo que dijo Bergoglio “Pueblo no lógico, mítico”, porque en Guardini la categoría de pueblo está más ligada al naturalismo europeo y al romanticismo alemán que a la cultura latinoamericana en la que se formó el Papa Francisco, aunque Bergoglio conoce muy bien el pensamiento de Guardini porque lo estuvo estudiando e iba a preparar su tesis del doctorado sobre él, pero en ningún momento el Papa Francisco dijo “Yo me inspiré en Guardini para la idea de pueblo no lógico, sino mítico” Él dijo “Yo me inspiré en Kusch, no lógico, sino mítico”. Perdón por el paréntesis.

En la mirada de Kusch el sujeto del poder es el pueblo y los pobres son los que constituyen al pueblo y por eso esta idea de la tecnocracia o del neoliberalismo yo creo que lo que plantearia Kusch, es sobre todo la recuperacion de lo originario o la recuperacion de lo comun del pueblo.

PFFM: Está perfecto, viene bien polemizar un poco. De eso se trata también. Ariel, un poco cerrando, habría muchas cosas que yo resumo en esto que vos decías recién de lo interesante de seguir conversando con Kusch y con otros también a partir de lo que Francisco le sigue haciendo decir, son sus interlocutores también, además de sus fuentes, entonces se inscriben en una conversación. También me venía a la mente algo que leí alguna vez de Horacio González hablando sobre Kusch, en realidad era una apreciación crítica pero creo que valiosa, que decía que le parecía más interesante el gesto que había hecho que lo que había encontrado al hacer el gesto, de todas maneras me parece que se le puede tomar por la positiva en el sentido de rescatar el gesto, la salida del encuentro al desplazamiento de Kusch. Creo que eso está bastante presente en lo que en lo que vos planteaste, y además de pedirte una pequeña resonancia sobre esto y en términos quizás muy prácticos, pedirte si nos señalas dos o tres textos o puntos de entrada a la obra de Kusch que sabemos que es tan profusa como desconocida, para decirlo así, lo cual a veces puede ayudar. Entonces, ¿cómo entrar hoy?, porque aparte es una obra muy encarnada en su tiempo entonces a veces la puede hacer árida para el pensamiento contemporáneo o para las prácticas actuales. Entonces un comentario sobre esto y algunas líneas de por dónde entrar a dialogar, con Kusch leyendo sus textos.

AF: Bueno, yo voy a salir fuera del canon porque todos a esta pregunta tuya dirían “Si, hay que empezar por América profunda”. Para mí no hay que empezar por ‘América profunda’, para mí hay que iniciar con un texto muy anterior a ‘América profunda’ que no es más fácil pero es más corto, que es ‘El pensamiento indígena y popular en América’, yo creo que ese texto es muy importante para comprender esta idea de lo popular, la religiones nativas, la economía seminal e incluso también una teología seminal que plantea allí Kusch; y otro texto relacionado con el pensamiento indígena y popular pero ya más centrado en lo que Kusch pensó y que escribió sobre eso y es la supervivencia de lo popular en las grandes ciudades que es ‘Indios, porteños y dioses’. En ‘Indios porteños y dioses’ hace lo mismo que en ‘El pensamiento indígena y popular en América’ con las culturas ancestrales, en este caso lo hace con los sectores populares de la gran ciudad para descubrir también los valores de la cultura popular, los rituales, por ejemplo entre los rituales que aparecen está algo muy propio de los porteños y de los que no somos porteños pero que llegamos a Buenos Aires desde hace un tiempo y tiene que ver con disfrutar del café, por ejemplo, de estar en el bar, el bar como espacio de sociabilidad o también, por ejemplo, la idea sobre el trabajo, el trabajo en oficina o esto que les compartía antes de la vecina que cocina y comparte nomás con la otra. Bueno, son esos aspectos, esas ritualidades que él las estudió en ‘El pensamiento indígena y popular en América’ que ahora también las estudia en los sectores populares de la gran ciudad. Yo recomendaría esos dos como para empezar una lectura de Rodolfo Kusch. Son libros no fáciles de conseguir pero se encuentran disponibles en Mercado Libre y a veces también en PDF en alguna edición en la web.

PFFM: Agradecidos por esta entrevista, por estar conversando en esta rémora de la pandemia que nos ha dejado que es el Zoom, pero que bueno nos posibilita también esto, encontrarnos, precipitar y construir estas conversaciones, tener registro e ir generando esto que buscan ser entradas para poder traducir y mejorar las entradas y las comprensiones de también este Papa cocoliche, con lunfardo y que también mezcla Kusch, Tello, Methol Ferré, Podetti y tantos otros y otras que mucho no se conocen y que también Francisco es una oportunidad para volver a traerlos a la conversación, a la gran conversación de la patria, del movimiento y en general del pensamiento occidental, por lo menos vamos a circunscribirnos a eso. Así que bueno Ariel muy agradecidos y contentos.

AF: Les quiero contar una cosa que muy pocos saben, que es que, en relación a Podetti, a Amelia Podetti, Kusch escribió en la revista ‘Hechos e ideas’ que dirigió Amelia Podetti un artículo muy importante sobre el ethos popular. No es casualidad que estos pensadores estuvieron influyendo en Bergoglio en su etapa formativa, sino que bueno también es una constelación de la época y que estos pensadores también están en una red de relaciones entre ellos y por eso se influencian mutuamente y llegan a formar el pensamiento de Bergoglio.

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